El valor del viaje interior

¿Cuánto tiempo hace que no piensas en ti mismo? ¿Cómo te sientes hoy? ¿En qué etapa o trayecto de tu vida te encuentras? ¿Has alcanzado tus aspiraciones, metas o sueños? ¿Piensas que no has logrado lo que te has propuesto? ¿Qué necesitas para sentirte pleno y feliz?

El viaje interior es un trayecto habitado por preguntas a las que vamos a encontrar respuestas, y casi siempre las respuestas están en las preguntas. Este es un viaje que para muchos resulta más difícil y/o arriesgado que, a otros, pero es igual de renovador y reconfortante. Y digo difícil porque es donde ahondas en tus propios mapas, donde enfrentas tus miedos, es un trayecto donde caminas en un terreno tanto psicológico como espiritual, donde vas a adquirir conocimiento de ti mismo.

¿Has escuchado la expresión “la vida es un viaje”? Muchas veces me he preguntado sobre la trascendencia de este aforismo para darnos cuenta de todos los caminos y pasajes que debemos recorrer tanto hacia afuera como hacia dentro, en nuestra vida, y que estos nos ayudan a forjar quienes somos. Son trazos invisibles que nos moldean y depende de nosotros poner toda nuestra intensión o no en ello. Pues el resultado que deseamos dependerá mucho de nuestra intencionalidad.

Alcanzar el autoconocimiento no siempre es fácil, requiere la voluntad para girar la mirada hacia uno mismo y entonces buscar ese espacio, para el cual no necesariamente tienes que hacer maletas para ello.

El psiquiatra Eric Berne, solía preguntar a sus pacientes: “¿Dónde está tu mente mientras tu cuerpo está aquí?”.  Una pregunta poderosísima ¿Verdad? Úsala para ti, de vez en cuando. Tal vez acabes dándote cuenta de que sueles escapar muy a menudo con tu mente, deseando otras cosas; aspirando a otros escenarios, a otros momentos, a otra forma de vivir. 

Este es un tema que me apasiona, lo siento muy mío, porque puedo testificar con mi propia vida, lo que pueden llegar a significar los momentos de introspección para crecer por dentro y tener mejor calidad de vida. Dicho de otra manera, de acuerdo con la profundidad de las raíces, será la estabilidad del árbol. Eso pasa también con nosotros como personas. 

Si actualmente tu realidad no se ajusta a lo que sueña tu mente, tal vez debas replantarte algunas cosas en tu vida. Advierto que no es un viaje necesariamente placentero, porque abrimos puertas que en ocasiones duelen y nos obliga a recorrer un mapa que no siempre es lineal, sino que está trazado a base de desafíos, retrocesos, extrañas curvas y rincones ocultos por descubrir de nosotros mismos.  En la vida, como en ese viaje interior, hoy estás aquí y mañana allí, los escenarios cambian constantemente.

¿Cómo podemos realizar este viaje interior? Te preguntarás. Existen muchos modos, lo más importante es que tengas voluntad y tiempo para invertir en ti mismo. En escucharte. Prometo continuar el tema en otra publicación.